La Casa Blanca estuvo evadiedo la pregunta en torno a si los mortales atentados en París y otras ciudades occidentales equivalen a extremismo islámico, la Casa Blanca temia ofender a una de las grandes religiones del mundo o dar credibilidad a la guerra contra el terrorismo librada por su predecesor.
Pero al albergar una reunión de la Casa Blanca para contrarrestar el extremismo violento, Obama dijo que algunas comunidades musulmanas han aceptado la idea de que el islam es incompatible con la tolerancia y la vida moderna. “No estamos en guerra con el islam”, subrayó el presidente Obama. “Estamos en guerra con la gente que ha pervertido el islam”.
Musulmanes en Estados Unidos y alrededor del mundo tienen la responsabilidad de combatir la idea falsa de que grupos terroristas como el Estado Islámico los representan, afirmó el mandatario estadounidense.
Al tiempo que culpó al grupo Estado Islámico y a organismos similares Obama dijo que los extremistas se hacen pasar por líderes religiosos, pero en realidad son terroristas.
Frustrados por lo que apuntan como una controversia fabricada, los miembros del equipo de Obama han argumentado que la atención en los términos ha desviado el tema de conversaciones más fructíferas sobre lo que realmente se puede hacer para evitar que se propaguen las ideologías extremistas.