El domingo inicia el horario de invierno, en donde el reloj habrá de retrasarse una hora desde el sábado, antes de dormir, con el objetivo de amanecer ya con el nuevo horario.
En la mayor parte del territorio nacional, excepto en los Estados de Quintana Roo y Sonora, así como en la franja fronteriza con Estados Unidos, el horario de verano concluirá este último domingo de octubre, por lo que la mayoría de los mexicanos deberán atrasar una hora su reloj.
Las autoridades federales recomiendan hacerlo la noche del sábado, antes de ir a dormir.
Los Estados mexicanos de Sonora y Quintana Roo no participan en este programa y mantendrán su horario, mientras que los 33 municipios ubicados en la franja fronteriza del norte del país ajustarán su horario el próximo 5 de noviembre. Este ajuste en los relojes estará vigente hasta el 31 de marzo del siguiente año.
Uno de los argumentos que emplean los defensores de adelantar o atrasar una hora el reloj es el ahorro energético, además de otros como beneficios para el comercio o la seguridad vial.
La finalidad de esta medida es adecuar las horas de luz natural a la actividad cotidiana y reducir el consumo de energía eléctrica. Durante el horario de verano, vigente de abril a octubre, el ahorro de energía fue de 899.754 gigawatios-hora, equivalente a 1.1332 millones de pesos, unos 59,1 millones de dólares, según el balance de la Secretaría de Energía (Sener).