Las instalaciones de la 35 Zona Militar ubicada en Chilpancingo, Guerrero, fueron atacadas por estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa para exigir la aparición de los normalistas desaparecidos desde el 26 de septiembre de 2014.
Los jóvenes, que lucieron encapuchados, arribaron al lugar en cuatro autobuses, descendieron de las unidades y comenzaron el ataque con piedras y cohetones. Mientras otro grupo realizaba pintas relacionadas con la desaparición de los normalistas en Iguala.
Integrantes del cuartel evitaron que los inconformes ingresaran a las instalaciones respondiendo de la misma forma. Al concluir el intercambio de piedras, los estudiantes se dirigieron a la zona norte de la capital guerrerense.
El gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, encabezó la conmemoración del Día del Ejército Mexicano en el cuartel militar poco antes de las agresiones.