El nuevo líder de los talibanes, Ajtar Mohamad Mansur, pidió a los miembros del grupo insurgente que se mantengan unidos y dijo que continuará la yihad hasta que se establezca el régimen islámico.
Señaló que el objetivo del grupo es “seguir el islam” y llamó a los miembros de sus filas a practicarlo y estar preparados para hacer sacrificios. Advirtió de que las dudas debilitan a la formación, por lo que llamó a la cooperación entre facciones para evitar caer en la “propaganda”.
Mansur se refirió en su discurso al proceso de pacificación, pero no dejó clara su postura sobre las negociaciones de paz con el Gobierno afgano, que fueron paralizadas a petición de los talibanes al conocerse la noticia del fallecimiento de Omar.
Los líderes del grupo insurgente prometieron “lealtad” a Mansur como nuevo Amir-ul Momineen (Príncipe de los Creyentes) y aseguraron que lo escucharán y obedecerán de acuerdo a su cargo.