El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, mencionó que está listo para ordenar intervenir Siria, sólo que está a la espera a que el Congreso dé el sí.
En los hechos, eso significa dilatar toda decisión por lo menos, hasta el próximo 9 de septiembre, cuando concluye el receso veraniego del cuerpo legislativo.
Tras haber dado por probado que el régimen de Bashar Al Assad fue el responsable del ataque con armas químicas del pasado 21 de agosto en la periferia de Damasco, Obama explicó que “EE.UU. no puede hacer la vista gorda ante tal horroroso acto donde murieron miles de personas”.
“Se que no necesito la autorización del Congreso para actuar en esto, pero prefiero que se expida porque eso tiene que ver con qué tipo de país somos”, dijo Obama, que enfrenta una fuerte resistencia interna a la guerra.
Mientras tanto, una protesta se llevaba a cabo en las afueras de la Casa Blanca. Eso no detuvo al presidente, que enérgico dijo, “Somos EE.UU. y no podemos hacer la vista gorda con este tipo de ataques. Lo venimos haciendo desde la Segunda Guerra Mundial. Voy a buscar autorización para el uso de la fuerza, con los representantes del Congreso”.