El agresor del tiroteo que mantuvo en vilo a Estados Unidos durante casi cuatro horas ya está en custodia policial y la situación está bajo control después de que el hombre se atrincherara en un centro de planificación familiar de Planned Parenthood en Colorado Springs.
El suceso deja al menos 11 heridos, cinco de ellos policías, pero la investigación comienza ahora para determinar si hay víctimas en el interior del edificio, explicó el jefe de la Policía local, Pete Carey. Los agentes también quieren asegurarse de que “unos objetos” con los que el agresor entró en el edificio no son ningún tipo de explosivo.
La situación ocurrió cerca de una clínica de la organización Planned Parenthood, dijo la teniente de policía Catherine Buckley.
Las ambulancias y vehículos policiales estaban alineados cerca de una intersección. Momentos antes, la policía le pidió a la gente a través de Twitter que se alejara del sitio de un “tirador activo” porque no era seguro.
Debido a la naturaleza de su trabajo de planificación familiar, la organización Planned Parenthood ha sido atacada por grupos opositores al aborto, que piden que el gobierno le retire financiación.
El presidente Barack Obama, fue informado de los acontecimientos por su consejera de Seguridad Interna, Lisa Monaco, de acuerdo con una fuente de la Casa Blanca.
Y es que los centros de planificación familiar, donde se llevan a cabo abortos, son a menudo blanco de la ira de los ciudadanos que están en contra de la interrupción de los embarazos.