El ex presidente guatemalteco Otto Pérez Molina negó ante el juez pertenecer a “la línea”, una red de ex funcionarios y particulares que recibían sobornos de empresarios para ayudarles a evadir impuestos.
El ex gobernante enfrenta su segundo día de audiencia luego de que el juez Miguel Angel Gálvez le dictó prisión provisional para garantizar que regresara a enfrentar las acusaciones de la fiscalía que lo vinculan a la red de evasión fiscal y corrupción.
La fiscalía presentó 77 escuchas telefónicas de más de 5 horas de grabación durante los días, luego presentó documentos encontrados en allanamientos hechos a diversas oficinas de los supuestos integrantes de la red en los cuales se detallaban cómo se repartían los sobornos recibidos.
“Yo señor juez no voy a poner mi dignidad, mi trabajo, ni el esfuerzo que he hecho por Guatemala por 800,000 dólares”, afirmó el ex mandatario en alusión a las cifras presentadas por la fiscalía.
“Espero que el juez me dé una medida sustitutiva”, dijo el ex presidente en alusión a una alternativa diferente a la prisión, que según las leyes guatemaltecas, puede ser el pago de fianza o arresto domiciliario, entre otras.
Al menos cien personas están siendo investigadas por el caso de “La Línea”. Entre ellas está Baldetti, quien tuvo que renunciar a su cargo en mayo y se encuentra detenida preventivamente, acusada de haber recibido al menos 3.7 millones de dólares en sobornos, según la Comisión.