Al ritmo de música de los 80 y bebiendo champagne, Pamela Anderson disfrutó por alrededor de dos horas de la Christmas Party de Playboy, realizada en el Ragga de Plaza Antara.
La ex playmate, quien apenas habló en la fiesta, bailó en algunos momentos de manera sensual junto a las personas que la acompañaban, entre ellos, una mujer rubia.
En todo momento, la actriz estuvo rodeada de personal de seguridad, pero también de los flashes de cámaras por parte de los asistentes a la fiesta.
Montserrat Olivier y Leonardo de Lozzane la esperaban como conductores del evento, pero no habían notado que la famosa playmate ya se había sentado sigilosamente.
“Vamos a ver si quiere hablar”, dijo Olivier mientras se acercaba a la nacida en Canadá , pero naturalizada estadounidense.
“Hola México, México City, se me hizo tarde porque me atoré en un hoyo negro. Me da gusto saludarlos”, comentó la actriz de Guardianes de la Bahía.
Luego, le dejó el micrófono a Olivier para presenciar la subasta benéfica organizada por Playboy a favor de la Fundación México Vivo.
A pesar de que eran ocho bustos los que se pondrían en puja, sólo tres fueron ofertados.
Los bustos creados por Facundo, Alex y Chela Lora, así como el del corredor de Fórmula Uno Mario Domínguez fueron vendidos en 10 mil pesos los primeros dos y en 17 mil pesos este último.