“La Navidad nos recuerda que Dios sigue amando a cada hombre, incluso al peor”, manifestó el Papa Francisco durante la misa de Navidad.
“Su amor es incondicional” incluso si “tienes ideas equivocadas y que hayas hecho de las tuyas, Aún en nuestros pecados continúa amándonos. Su amor no cambia, no es quisquilloso; es fiel, es paciente”.
Reunido en la basílica de San Pedro, en la misa de Gallo que conmemora el nacimiento de Jesús, indicó que la misa de la noche de Navidad conmemora el nacimiento en Belén según la tradición cristiana.
Francisco pidió a los católicos que sigan su ejemplo y no olviden el sentimiento de “gratitud”, el “saber agradecer”, porque “es la mejor manera de cambiar el mundo”.
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