El papa Francisco pidió a los sacerdotes que no “maltraten” a los fieles cuando administren la confesión, un sacramento que deben ofrecer con “el corazón en paz”.
Durante la audiencia general de los miércoles en la Plaza de San Pedro, el pontífice precisó que el sacerdote, es un hombre que como todos tiene necesidad de misericordia y, es, a su vez, instrumento de reconciliación para sus hermanos, por lo que si no está en esta condición, es mejor que no administre este sacramento”.
Su catequesis semanal, la dedicó hablar a cerca de perdón de los pecados, que forma parte de la “potestad de las llaves” que Jesús dio a sus Apóstoles.
“Los sacerdotes han de tener el corazón en paz para sembrar esperanza, y humildad para recibir al pecador que se acerca a él como al mismo Jesús”.
El Papa en esa misma línea, les ha dicho que es importante que el sacerdote sea “manso, benévolo y misericordioso” y que “sepa sembrar esperanza en los corazones y sobretodo sea consciente que el hermano o la hermana que se acerca al sacramento de la reconciliación busca el perdón y lo hace como se acercaban las personas a Jesús para ser curadas”.
El Jerarca, agregó que los fieles arrepentidos tienen el derecho de encontrar en los sacerdotes servidores del perdón de Dios y ha destacado que muchas personas hoy no entienden la dimensión eclesial del perdón, porque domina el individualismo”.
En este sentido, ha reiterado que “Dios perdona a cada pecador arrepentido, personalmente”, al tiempo que cada cristiano está ligado a Cristo y Cristo está unido a la Iglesia”.