Este viernes, el papa Francisco pidió el compromiso de la comunidad internacional para llevar la paz a Irak y todo Medio Oriente.
Sin embargo pidió no “imponer intereses políticos e ideológicos”.
El primer acto del papa Francisco fue reunirse en privado durante media hora con el presidente del país, el kurdo Barham Saleh, que le recibió a la puerta del palacio presidencial.
Después y ante centenares de personas reunidas allí, entre autoridades y miembros del cuerpo diplomático, el papa se presentó como “penitente que pide perdón al Cielo y a los hermanos por tantas destrucciones y crueldad” y “como peregrino de paz”.
En un país que ha vivido los últimos 20 años en guerra, clamó para que finalmente “callen las armas, que se evite su proliferación, aquí y en todas partes. Que cesen los intereses particulares, esos intereses externos que son indiferentes a la población local”.
“No más violencia, extremismos, facciones, intolerancias”, agregó.