El Papa Francisco mandó una ayuda de 100 mil dólares para los damnificados por los ciclones Ingrid y Manuel, además de enviar un mensaje de consuelo y solidaridad a México.
Según la Conferencia del Episcopado Mexicano, los recursos fueron enviados a través del Pontificio Consejo Cor Unum y será distribuidos por medio de las diócesis de las zonas afectadas.
En su menaje, el Papa Francisco dio el pésame a los familiares de los difuntos y manifestó su cercanía espiritual con los heridos y damnificados. Oró por el consuelo de “quienes sufren estas graves desgracias” y pidió a “todas las personas de buena voluntad colaboren decididamente en la reconstrucción de las zonas afectadas y ayuden de modo efectivo a quienes están sumidos en el dolor y desesperación”.
La CEM, en un breve comunicado de prensa, asentó que también obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas y laicos han aportado su ayuda a las personas damnificadas, colaborado en las tareas de desalojo de las comunidades y personas en peligro, así como en las tareas de rescate y limpieza.
Agregó que en parroquias, seminarios y catedrales se han instalado albergues y centros de acopio en donde han recolectado varias toneladas de alimentos, agua, medicinas, ropa y artículos de primera necesidad.