El papa Francisco inicia este domingo un histórico viaje a América Latina para visitar Ecuador, Bolivia y Paraguay; países que actualmente sufre diversos problemas de desigualdad, pobreza y décadas de opresión y humillación.
El viaje del papa durará ocho días en donde el, con gestos concretos, busca mostrar su cercanía y solidaridad con los olvidados del mundo. “Quiero llevarles la ternura y la caricia de Dios (…) a los que son víctimas de esta cultura del descarte”, dijo el papa en un video pocos días antes de partir.
El viaje de Francisco también ha sido considerado un acto de reconciliación con la historia colonial de la región, marcada por las reducciones jesuísticas, misiones fundadas en el siglo XVII por jesuitas con el fin de evangelizar a indios guaraníes y pueblos afines.
Este es el noveno viaje al exterior del Papa y el segundo a América Latina después del celebrado en Brasil en julio del 2013 con ocasión de las Jornadas Mundiales de la Juventud que fue programada por su predecesor Benedicto XVI.
Francisco estará en Ecuador del 6 al 8 de julio; luego en Bolivia hasta el 10 y terminará en Paraguay para luego regresar el 13 de julio a Roma. En los tres países tiene planeado reunirse con los presidentes. En setiembre próximo, visitará Cuba y Estados Unidos.