A pesar de que el Vaticano dictara desde 2010 normas especiales para que los obispos colaboren con autoridades civiles en las denuncias contra sacerdotes pederastas; algunos jerarcas católicos han logrado “acuerdos notariales” para evitar responsabilidades y juicios.
Tal es el ultimo caso en México pues en días pasados, el obispo Raúl Vera López, de Saltillo, realizó acuerdos notariales con las familias de las víctimas y evitó castigos penales; sin embargo, aclaró que envió los casos a la sede pontificia para reducir al estado laical (máxima pena a un sacerdote) a los responsables.
El pasado 12 de enero el obispo Vera López ofreció una conferencia de prensa, en la que dio a conocer su opinión sobre la audiencia de la sede papal ante el Comité de los Derechos del Niño en Naciones Unidas, ahí reconoció que en su diócesis se habían denunciado dos casos.
Detalló que uno de los sacerdotes fue retirado del ministerio, y el otro aún continúa en Coahuila, aunque sin ejercer, porque todavía no concluye el juicio eclesiástico.
“Hablamos, y él voluntariamente renunció y se fue. Así se resolvió.
En el segundo caso se retiró al sacerdote del ministerio. Di instrucciones a un abogado para atender el caso, pero los papás de la niña me dijeron, mediante notario, que ellos colaboraban en el asunto eclesiástico siempre y cuando yo me comprometiera a no llevar este caso ante las autoridades, porque no querían que su hijita sufriera ningún trauma” –dijo Vera López-.
Finalizó diciendo que de los dos casos ningún sacerdote se encuentra en la cárcel por los padres de las victimas pidieron no ventilar los asuntos públicamente.