A menos de tres días de que Campeche recuerde a sus muertos, el Mercado “Pedro Sainz de Baranda” ya cuenta con todo lo indispensable para que este próximo primero y dos de diciembre, se reciba a los fieles difuntos.
Dulces en forma de calavera, dulces de mazapán, tejocote, arroz con coco, calabaza, dulce de pan; las tradicionales flores de cempasúchil, mano de león, amor lejos, gladiolas, claveles y las rosas, ya se ofrecen a los consumidores que desde el pasado fin de semana iniciaron su recorrido por los diversos locales para verificar precios y calidad.
“Huacaleritas” pelando el xpelón para los tradicionales pibipollos, campesinos vendiendo las majaguas -hilo con el que tradicionalmente se amarra el “pi”-, así como las mestizas pregonando la masa nueva para el atole que se coloca como ofrenda a los difuntos, son el común denominador del principal centro de abasto, que en los últimos días ha cobrado un poco más de vida, al estar cerca una de las tradiciones más vivas de todo México, y que representa fuertes ganancias.
Sin embargo, la vendimia no acaba ahí, también se ofrecen veladoras de todos los tamaños; desde enormes cirios hasta pequeñas velas que se encargarán de alumbrar el camino de los que ya no están; el incienso que será el encargado de elevar las oraciones y rezos, también ya se ofertan.
Los campechanos ya están abarrotando los diversos comercios para celebrar esta festividad que mezcla la cultura prehispánica y la religión católica, y que además se divide en dos días, el primero, el día de todos los santos celebrado el 1 de Noviembre y la del día de los muertos del día 2 de Noviembre.
Por lo que comerciantes, esperan un repunte de un 80 por ciento, en estos días previos a la celebración.