La fuerza electoral de cada uno de los aspirantes presidenciales está marcando diferencias significativas en el apoyo electoral que recibirían sus partidos en el presente. Enrique Peña Nieto obtiene un nivel de preferencias superior al que logra su partido por sí solo, el PRI y, por el momento, no tendría ningún potencial adversario que le compitiera seriamente, según la primera encuesta nacional preelectoral en viviendas BGC-Excélsior.
Asimismo, cabe destacar que la panista Josefina Vázquez Mota sería su adversaria más fuerte en la actualidad si ambos fueran candidatos.
El ex gobernador del Estado de México supera 50% de preferencias efectivas cuando se le enfrenta a los posibles prospectos del PAN y de la izquierda. Incluso, en algunos casos rebasa 60% cuando compite contra los precandidatos más débiles de los otros partidos.
Estas cifras tan holgadas para Peña Nieto reflejan un contexto sin campañas y, por lo tanto, donde le beneficia ser el aspirante más conocido, sólo rivalizado en ese aspecto por Andrés Manuel López Obrador.
Josefina Vázquez Mota es quien hasta ahora defiende mejor al bando panista frente a Peña Nieto. Ella logra 26% de las preferencias efectivas cuando contiende contra el ex gobernador mexiquense y contra López Obrador.
En tanto, Santiago Creel exhibe mayor debilidad frente a Enrique Peña y sólo capta alrededor de 20%. Ernesto Cordero sería hoy presa fácil de sus potenciales adversarios (sólo obtiene 15%) y caería al tercer lugar, superado por López Obrador. A Cordero le afecta ser todavía desconocido para la mayoría de los electores.
Del lado de la izquierda, en la actualidad Andrés Manuel López Obrador enfrenta electoralmente mejor a Peña Nieto y a Vázquez Mota que Marcelo Ebrard, aunque en cualquier caso quedan en tercer lugar, con menos de 20% de las intenciones efectivas de voto. Un cisma en la izquierda a la hora de la nominación del candidato presidencial sería suicidio electoral.