Reafirmando el dicho como el mejor amigo del hombre, Rupia, un perro callejero, rescatado de un basurero en Ladkh, al norte de la India, se convirtió en el primer canino que sube al campo base del Everest, a 5.181 metros sobre el nivel del mar.
Rupia, es el primer canino registrado oficialmente en el campamento base después de unirse a la aventura iniciada por su propietaria Joanne Lefson.
El animal fue adoptado con ocho meses, cuando Joanne lo encontró medio muerto, deshidratado y en estado de inanición. “Cuando lo vi en ese vertedero no le quedaría más de una hora de vida. No era capaz ni de caminar diez metros sin desvanecerse. El cachorro estaba muy débil por no haber comido ni bebido nada durante días, quizás semanas”.
Joanne se hizo popular por viajar por todo el mundo con Óscar, el perro trotamundos. La pareja visitó cientos de lugares, hasta que Óscar falleció atropellado por un camión el pasado mes de enero. Fue entonces cuando Joanne adoptó a Rupia y decidió llevar a cabo la expedición del Everest, una aventura pensada inicialmente para Oscar, quien nunca será remplazado”.
La pareja de Joanne, contactó con Dev Argarwel, un director de cine de Mumbai, que accedió a rodar la expedición. El trío viajó a Delhi y visitó el Taj Mahal antes de antes de llegar a Katmandú y de salir al campo base el día siguiente.
Joanne comentó que su mayor “preocupación era si Rupia iba a poder aguantarlo. Me preparé para lo peor y contraté un porteador extra por si Rupia tenía que ser trasladado. “un momento memorable del viaje fue ver a perro caminar sobre la nieve por primera vez, le encantó”, recuerda.
“Jugaba cada vez que podía la nieve y trató de morderla. Había muchos turistas y no podían creer que un perro se dirigiera al Campo Base. Les dio rabia no haber llevado a sus perros con ellos”.