Una gran lección de vida les dio este padre a sus dos hijos pre adolecentes , quien harto de ver como los menores se apasionaban con el videojuego de moda “Call of Duty”, los mandó directamente a la guerra para que dimensionen la magnitud de lo que ellos ven como un pasatiempo.
Así, luego de que los hermanos le pidieran la nueva actualización del videojuego, Carl-Magnus Helgegren, envió a sus hijos a Israel y Siria, donde pasaron 10 días en un campo de refugiados para que se dieran cuenta de qué es realmente una guerra.
Los jóvenes quienes estuvieron acompañados en todo momento de su padre, pudieron compartir la visión de éste, quien ha sido 12 años periodista y cubierto los conflictos de Oriente Medio, así, los chicos presenciaron los estragos reales de un conflicto bélico, conocieron a niños palestinos de su edad quienes han quedado discapacitados por culta de una bala o un misil, además vivieron la experiencia de saber lo que es vivir sin agua.
“Lo que pretendía con este viaje era que vieran las consecuencias de una guerra, unas consecuencias que en los videojuegos no explican” mencionó su padre en Daily Mail.
La experiencia fue tal, que el padre reconoce que la visita al campo de refugiados, en particular afectó mucho a sus hijos, quienes se dieron cuenta que ganar en el juego resultaba pan comido comparado con exponer la única vida que tienes en la vida real.
El padre había apostado que si después del viaje, los jóvenes querían aun el videojuego, el se los compraría, pero les ganó.