La Marina Armada de México reasumirá la vigilancia en las playas de Acapulco, como parte del replanteamiento de la estrategia de seguridad que se aplica en este centro turístico.
El almirante Juan Guillermo Fierro Rocha, comandante de la VIII región naval, detalló que unos 300 marinos serán desplegados en las playas con mayor concurrencia de visitantes, y durante el periodo vacacional de Semana Santa, también prestarán sus servicio como salvavidas.
Con esta nueva disposición, decenas de elementos del ejército mexicano que desde hace 15 días vigilaban la franja de arena portando fusiles de asalto, saldrán de las playas y se limitaran a patrullar la zona costera del puerto en coordinación con policías federales, gendarmería, fuerza estatal y seguridad municipal.
Habían asignado el patrullaje de las playas a soldados de la novena región militar que portaban sus uniformes de combate y armas de grueso calibre, esto como respuesta a una serie de asesinatos violentos que se registraron en diferentes playas del puerto como La Condesa, Carabalí y Tamarindos.
Esta decisión provocó severas críticas por parte de representantes del sector turístico local, así como incertidumbre entre turistas nacionales y extranjeros quienes observaban como los militares deambulaban por la franja de arena portando sus rifles de alto poder.
“El tema estratégico de su seguridad (para los turistas) estará resguardado también, aparte del personal que estará vestido de blanco para ofrecer una buena imagen al turismo. Estamos hablando de un promedio de 300 elementos que vamos a desplegar durante la semana santa para que estén ofreciendo ese servicio”.
A diferencia de los militares que portaban rifes de alto poder, los elementos de la Armada de México sólo llevaran un tolete anti motín y un arma corta para evitar una imagen intimidatoria hacia los ciudadanos, puntualizó el almirante.