Brasil goleó a la Selección de Japón dirigida por el mexicano Javier Aguirre, por 4-0 en un partido amistoso disputado en Singapur en el que la figura excluyente fue Neymar, autor de los cuatro goles del Scratch, que prolongó su invicto en la era Dunga.
Luego de quedar fuera del podio de la Copa Mundia 2014, en el que fue cuarto y cayó en semifinales por un apabullante 1-7 ante Alemania, Brasil había derrotado en la era Dunga por un idéntico 1-0 a Colombia y Ecuador y por 2-0 a Argentina. El triunfo ante los nipones elevó a cuatro partidos ganados sin recibir goles, la marca del nuevo seleccionador.
Japón jugó sin su figura Shinji Kagawa, lesionado en el partido ante Jamaica, por lo que el liderazgo recayó en Shinji Okazaki, goleador en Alemania con el Mainz 05.
Con un comienzo de partido animado por parte de los dos equipos no demoró mucho para que Neymar ratificara su condición de verdugo de Japón y el delantero del Barcelona dio la primera señal de alerta a los japoneses a los 16 minutos en el cobro de un tiro libre que se estrelló en el travesaño.
Un minuto después, en una jugada colectiva, Diego Tardelli habilitó a Neymar quien superó en velocidad su marcación y ante la salida de Eiji Kawashima definió con categoría para abrir el marcador.
La oportunidad más clara de Japón fue a los 23 minutos en una descolgada de Yu Kobayashi, quien aprovechó un error en defensa del zaguero Gil.
En el segundo tiempo, el mexicano Javier Aguirre, técnico de Japón, mandó al terreno de juego a Keisuke Honda, otro de los jugadores referentes del seleccionado asiático.
Sin embargo, las modificaciones de Dunga, principalmente con el ingreso de Philippe Coutinho, dieron frutos más rápido y a los dos minutos del segundo tiempo, 47 de juego, el creativo del Liverpool le dio una asistencia perfecta a Neymar, que otra vez en velocidad superó la defensa japonesa y venció a Kawashima para poner el 2-0.
En varios momentos del partido Philippe Coutinho demostró su talento por el que viene siendo elogiado reiteradamente en el fútbol inglés y consiguió un claro entendimiento con Neymar, lo que sumado a la actuación en los últimos amistosos de Diego Tardelli aumenta las opciones para el renovado ataque del equipo de Dunga.
Dunga apostó para los minutos finales en la experiencia de Robinho y Kaká, ausentes en el último Mundial y que volvieron a la selección.
Con sólo un minuto en la cancha, Kaká protagonizó la jugada del tercer gol, con un remate previo de cabeza que se estrelló en el horizontal y luego sirvió para Neymar, quien con tranquilidad amplió el marcador.
Para el cuarto, de nuevo Kaká fue el encargado de terminar una jugada colectiva previa, se proyectó por izquierda y centró perfecto para que el delantero del Barcelona sellara la goleada por 4-0.