El regulador de salud de Brasil decidió suspender las pruebas de una vacuna contra el covid-19 de la empresa china Sinovac por un evento adverso severo.
Este tropiezo complica la carrera global de las farmacéuticas por la inmunización masiva, pero el presidente Jair Bolsonaro celebró el anuncio.
El regulador Anvisa informó en la noche del lunes que suspendió las pruebas de Sinovac por un efecto adverso ocurrido el 29 de octubre.
De acuerdo a una fuente, el incidente que llevó a la suspensión fue un suicidio.
El gobierno del estado de Sao Paulo, donde se llevan a cabo las pruebas, confirmó más tarde que la muerte de un voluntario se había registrado como suicidio y se estaba investigando más a fondo.
Más tarde el martes, Anvisa dijo que mantendría la suspensión y no dio ninguna indicación de cuánto podría durar, agregando que requería más información sobre el incidente.
Los organizadores de las pruebas criticaron la decisión de Anvisa, asegurando que no habían sido notificados con anticipación y que no había razón para detener el proceso.
“Aunque un voluntario del ensayo murió, la situación no tuvo nada que ver con la vacuna”, dijo Jean Gorinchteyn, secretario de Salud del estado de Sao Paulo.
Anvisa dijo que la información inicial que habían recibido de Butantan no especificaba que la muerte fue un suicidio. “No tuvimos más remedio que suspender las pruebas dado el evento”, señaló el titular de la agencia, Antônio Barra Torres.