La verdad no se protegen solos, pero hay ladrones a quienes su carente astucia no les permite ganar ni aun poniéndose al tú por tú con un objeto inanimado.
Por ejemplo este pillo luego de varios intentos, se da cuenta que con su ladrillito no puede hacerle gran daño a los cristales de un auto.
La física se encargó de demostrárselo, pues además de romperse la cara, fue cachado por el dueño del auto y el delincuente fue arrestado.
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