Tres de cada cuatro mexicanos mayores de 65 años no reciben alguna pensión por los años laborados en el pasado, reveló un estudio presentado por el Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Esta situación provoca que los mexicanos realmente se retiren de la actividad productiva a un edad que puede rebasar los 80 años, cuando su salud les impide continuar.
De no hacer frente a esta situación, la mayoría de la población mexicana está condenada a la pobreza durante su vejez. El escenario se hace más complejo para las mujeres porque aportaron menos a este tipo de subsidios cuando estaban en edad productiva o, por no contar con un trabajo protegido, se quedaron en estado de vulnerabilidad.
Otro problema detectado el que esta población percibe sueldos muy por debajo de sus necesidades, pues el 30 por ciento gana salario mínimo y 23 por ciento recibe una pensión que no supera los dos salarios mínimos.