La Policía brasileña detuvo el viernes a los presidentes de Odebrecht y Andrade Gutierrez, dos gigantes de la construcción que trabajan en la infraestructura olímpica de Rio-2016, por el escándalo de corrupción en Petrobras.
En una operación que incluyó 220 efectivos, las fuerzas de seguridad realizaron arrestos en Sao Paulo, Rio de Janeiro, Minas Gerais (sudeste) y en Rio Grande do Sul (sur). Entre los detenidos estuvieron Marcelo Odebrecht, al frente de la firma que lleva su apellido, y Otávio Azevedo, jefe del conglomerado Andrade Gutierrez.
“No tenemos duda alguna de que (las compañías) Odebrecht y Andrade Gutierrez capitaneaban un esquema de cártel dentro de Petrobras”, dijo el procurador Carlos dos Santos Lima en una rueda de prensa, en la que señaló que tenían pruebas de un sofisticado esquema de pagos ilegales a exdirectivos de Petrobras en el extranjero, mayormente Panamá, Suiza y Mónaco.
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El delegado policial Igor Romario de Paula calculó que los sobornos podrían sumar el equivalente a unos 230 millones de dólares, según los datos aportados por personas involucradas en la causa que colaboran con la Justicia a cambio de una reducción de sus condenas, entre ellos, exdirectivos de Petrobras.
“Usando de base el 3% usualmente mencionado por los delatores, daría casi 210 millones de reales de Andrade Gutierrez y 510 millones de Odebrecht”, señaló en referencia al porcentaje del valor de los contratos multimillonarios que habrían sido desviados, según las confesiones ya registradas por la policía y la fiscalía de la república.
El juez Sergio Moro, que tramita la causa, ordenó congelar los activos en cuentas bancarias e inversiones financieras de los detenidos, incluyendo los de los presidentes de Odebrecht y Andrade Gutierrez, que quedarán a disposición del magistrado en prisión preventiva.
Durante la jornada se cumplieron 11 de las 12 órdenes de detención que fueron emitidas.