La procuradora general de la República, Arely Gómez González aseveró que si bien el nuevo sistema acusatorio –que entra en vigencia a nivel nacional el próximo 18 de junio- representa “enormes beneficios”, lo cierto es que también, “involucra retos en el ámbito institucional “porque no basta con contar con las mejores normas, personal capacitado y sistemas informáticos “si esto no recupera la confianza de la ciudadanía en sus instituciones” y no se traducen en una mayor comprensión de sus bondades en la vida cotidiana.
Ante el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), consejeros de la Judicatura Federal, funcionarios federales, diputados y senadores, la funcionaria destacó que con las nueve entidades que hoy se integraron al nuevo sistema de justicia, suman 24 las entidades en las que ya entró en vigor, es decir más del 70 por ciento de la población.
El Nuevo Sistema de Justicia Penal entra en vigor en las entidades de Aguascalientes, Colima, estado de México, Ciudad de México, Hidalgo, Morelos, Quintana Roo, Nuevo León y Tabasco.
Precisó que quedan pendientes dos etapas más –una en abril y otra en junio- con la que se integrarán el resto de las entidades para que el nuevo sistema entre en vigor en la fecha establecida.
A su vez, Luis María Aguilar Morales, ministro presidente de la SCJN señaló que la principal labor de los jueces 205 juzgadores que fueron elegidos mediante concursos de selección para integrar las nuevas salas de justicia oral es la de defender los derechos humanos de los involucrados en los procesos penales, tanto de las víctimas como de los procesados.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong dijo que la justicia es la base de la libertad, igualdad y el ejercicio de los derechos. “Es la base para afianzar la unión como sociedad, donde hay justicia hay armonía y desarrollo y mayor confianza de los ciudadanos”.
Y destacó la importancia del nuevo sistema de justicia penal, porque abrir el paso a la justicia es cerrar el paso a la impunidad, avanzar por el camino de la certidumbre y la seguridad.