Los campeones de la Serie Mundial 2015, Reales de Kansas City anunciaron el jueves que visitarán la Casa Blanca y al presidente Barack Obama el próximo jueves 21 de julio.
Los campeones defensores de la Serie Mundial hicieron el anuncio en su cuenta oficial de Twitter.
La visita se dará en un día de descanso en medio de una estadía en casa de nueve juegos. Los Reales juegan de día el próximo miércoles en contra de los Indios y es posible que esa misma noche tomen el avión a Washington.
Por otra parte, al iniciar la segunda parte de la temporada tras la pausa por el Juego de Estrellas, los Reales de Kansas City son los campeones reinantes del Centro de la Liga Americana -y por supuesto los ganadores de la Serie Mundial más reciente – y los Tigres de Detroit predominaron en esa División en las cuatro temporadas previas, pero en el 2016 se les ha puesto la vida un poco más dificil por la presencia de otros dos huesos duros de roer.
Armados de una tremenda rotación, los Indios de Cleveland arrancarán la segunda mitad de la campaña como líderes divisionales escapados y aunque los Medias Blancas de Chicago han aflojado un poco con respecto a su excelente arrancada han dado señales de que si caen va a ser con las botas puestas.
Sin embargo, a raíz de lo que opinan dos de sus principales baluartes, tanto los Reales como los Tigres están convencidos de que tienen el arsenal necesario para voltear la tortilla y volver a convertirse en los principales contendientes a esa corona.
“La primera mitad fue un poquito dificil, ya que tuvimos muchas lesiones”, analizó el receptor de los Reales, el venezolano Salvador Pérez, refiriéndose a la baja por toda la temporada del tercera base Mike Moustakas (rodilla) y la reciente lesión de corva del jardinero central Lorenzo Cain. “Perdimos unos cuantos pitchers y ahora no está [el cerrador] Wade Davis” [distensión del antebrazo derecho].
“Pero hay que jugar con la gente que tenemos y creo que así sí podemos, porque si estamos en Grandes Ligas es por algo”, comentó rebosante de optimismo Pérez, cuyo jonrón de dos carreras impulsadas en el segundo episodio del tradicional Juego de Estrellas le dio una ventaja a la Liga Americana que no sería rebasada. “No importa cómo estemos ni dónde estemos, vamos a jugar fuerte”.
El propio Pérez pasó a fines de mayo un susto de película en un percance que pudo salirle bien caro a los Reales, al estrellarse con el tercera base nicaragüense Cheslor Cuthbert cuando iban simultáneamente en pos de un elevado a la zona de foul. De ese encontronazo sacó la peor parte el careta venezolano, que quedó tendido en el diamante por buen rato. Se temía que algo grave podía haberle ocurrido al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial del 2015.
“Me asusté un poquito, pero una vez que estaba en el suelo moví un poco las piernas y pensé, esto no es muy grave”, recordó Pérez, diagnosticado en ese momento con una contusión en el muslo izquierdo. “Gracias a Dios, estoy jugando”.