Por no soportarlos, Jonathan Watson, asesinó a sangre fría a dos pedófilos.
Watson fue condenado en 2009 a cadena perpetua por asesinato en una prisión de nivel 3, pero gracias a su buen comportamiento consiguió ser transferido a una cárcel de nivel 2 en California, Estados Unidos.
A través de una carta, relató que tuvo que convivir con hombres sentenciados por actos pedófilos, a quienes simplemente no soportaba.
Entre sus víctimas se encontraba David Bobb, de 48 años, quien le confesó que en su tiempo libre dentro de la prisión acostumbraba ver programas infantiles en televisión.
Watson pidió a un carcelero que lo cambiara de celda pues de lo contrario terminaría atacando al otro sujeto, pero fue ignorado.
“No podía dormir sin hacer lo que mis instintos me decían que debía hacer en ese momento, así que guardé todas mis cosas porque sabía que la situación se resolvería pronto de una forma u otra”.
Watson arremetió contra David Bobb con un bastón hasta matarlo y después se dirigió a la celda de Graham De Luis-Conti, de 62, a quien asesinó también a bastonazos.
“Estoy en una posición única donde tengo acceso a este tipo de personas y muy poco que perder. Estos individuos son la peor pesadilla de cualquier padre”, declaró.