Los restos del satélite UARS cayeron el viernes pasado en la Tierra después de seis años de utilidad, sin embargo, la NASA desconoce el punto exacto de impacto y aseguran que los restos podrían no encontrarse nunca.
Por su parte Nick Johnson aceptó que probablemente nunca sabrán la ubicación de los restos, sin embargo datos de la agencia espacial indican que es probable que los pedazos cayesen en el océano Pacífico.
Cabe destacar que el UARS pesaba 5.675 kilogramos antes de caer a la tierra, sin embargo, ya que estaba compuesto por 26 componentes de acero inoxidable, titanio y berilio, es probable que un total de 1.200 kilos pasaran la reentrada y llegaran a la superficie de la Tierra.
Jonson aseguró que los rumores sobre hallazgos de restos no eran informes creíbles agregando “Estaremos pendientes y si recibimos algún informe, trataremos de verificarlo y comunicarlo”
Asimismo, se dio a conocer que esta caída descontrolada “no se trata de una situación única”, ya que la NASA registra aproximadamente una vez al año el reingreso a la Tierra de basura orbital del tamaño de los componentes de un satélite.
Sin embargo la caída del UARS es la primera no controlada de un satélite desde 1979, cuando tanto la estación espacial Skylab, de 70 toneladas, y el satélite Pegasus 2, de diez, se precipitaron a la Tierra.