La automedicación, puede resultar seriamente peligrosa al existir el riesgo de enmascarar enfermedades graves u otorgar dosis que pueden ser letales para el organismo.
El doctor Daniel Ricardo Chi Canul, jefe de prestaciones médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Delegación Campeche, explica que los antibióticos, analgésicos, antiinflamatorios, vitaminas o algunas otras pastillas de libre venta son administrados, sin considerar la posibilidad de reacciones adversas o de “esconder” alguna enfermedad grave que requiera de atención inmediata.
La sobredosis y la ingesta frecuente de analgésicos y anti-inflamatorios, puede ocasionar desde un simple dolor abdominal hasta un sangrado en tubo digestivo, gastritis y úlcera; en casos de dosis muy elevadas o por tiempo prolongado es posible que se presenten lesiones en el hígado y hasta la muerte.
Otro riesgo importante, que pocas veces se considera, es la posibilidad de una alergia, indica tras reiterar que consumir medicamentos que se venden sin receta puede esconder enfermedades muy graves como cáncer, úlceras o daño de páncreas e hígado, padecimientos fatales que conllevan a la muerte en poco tiempo.
Chi Canul sugiere a la población buscar apoyo, evitar en lo posible esta práctica y no esperar a que la enfermedad evolucione o a que se complique tras el uso de estos productos.
Recuerda que los médicos trabajan con personas, no con enfermedades y con ello quiere decir que un fármaco puede ser de gran utilidad a un paciente y absolutamente nocivo a otro.
Reitera que aún y cuando el objetivo sea bueno, la automedicación no ofrece un rápido alivio, por lo que la recomendación es acudir con el médico familiar, que de requerirlo, determinará enviar al derechohabiente con un especialista.