Funcionarios de Defensa de Estados Unidos y Rusia firmaron un acuerdo para que sus aviones eviten incidentes en Siria. Señalan que este “Memorando de Entendimiento” establece protocolos de actuación para evitar incidentes, pero no significa que ambas naciones vayan a cooperar o compartir información.
Y es que Estados Unidos no apoya los objetivos de los bombardeos rusos, que se iniciaron a finales del pasado mes y que están atacando a todo tipo de oposición al líder sirio Bachar al Asad, a quien EE.UU. quiere ver fuera del poder.
El acuerdo, que incluye también protocolos para drones, llega tras varios intercambios y negociaciones entre funcionarios de Defensa de Moscú y Washington por videoconferencia para limitar los riesgos de incidentes.
Ambos países acuerdan rutinas de comunicación entre pilotos de sus Fuerzas Aéreas para evitar choques indeseados, mientras que se mantienen vías de comunicación en tierra por si la primera opción resulta infructuosa.
El presidente ruso, Vladímir Putin, está apoyando a Al Asad con ataques a grupos como los yihadistas suníes del Estado Islámico (EI), así como a otros grupos moderados apoyados por Estados Unidos.
Estados Unidos opera a diario vuelos sobre Siria desde hace un año, cuando comenzó a liderar una misión multinacional para acabar con el EI en ese país e Irak.
Por eso desde que Rusia empezó a operar en la zona, cazas estadounidenses han tenido que realizar maniobras para evitar elevar el riesgo de encontronazo con los rusos.