El ex campeón de Fórmula Uno, el alemán Michael Schumacher, hospitalizado en Francia desde el pasado 29 de diciembre de 2013 luego de sufrir un accidente de esquí, salió del estado coma y abandonó el hospital universitario de Grenoble, y fue trasladado a una clínica de Suiza para iniciar su rehabilitación, informó la familia del ex piloto.
Sabine Kehm agradeció en un comunicado el tratamiento recibido por parte de los doctores, enfermeras y terapeutas de ese centro hospitalario, de los que destacó que han hecho “un excelente trabajo en estos primeros meses”.
Luego de abandonar al hospital de Grenoble, el siete veces campeón alemán de Fórmula 1 fue ingresado este mismo lunes en el Hospital Universitario de Vaud (CHUV) en Lausana, Suiza, informó por su parte el nosocomio suizo.
“Schumacher fue hospitalizado en el CHUV esta mañana”, dijo un portavoz del hospital, Darcy Christen.
Desde el accidente, la familia insistió en que el restablecimiento del ex piloto será largo y difícil, y ha pedido a los medios de comunicación que dejen trabajar con calma a los médicos que le tratan.
Su cabeza golpeó contra una roca y, desde el primer momento, los médicos, que le sometieron a dos intervenciones de neurocirugía, temieron que pueda sufrir daños cerebrales.
“Su familia está con él, en un espacio adaptado especialmente para proteger su intimidad y asegurar el mejor tratamiento posible”, precisó el portavoz.
La vocera de la familia no ofreció nuevos detalles sobre el estado de Schumacher, que sufrió un accidente de esquí en una pista no balizada de la estación de Méribel, en los Alpes franceses, donde posee una residencia y donde practicaba este deporte junto a su hijo en diciembre del año pasado.
“La familia también desea dar las gracias a toda la gente que le ha enviado sus buenos deseos a Michael. Estamos seguro de que le ayudaron”, concluye el escueto comunicado, en el que sí se precisa que el piloto llevará a cabo esta nueva etapa de rehabilitación fuera del ojo público.
El pasado marzo, la familia salió al paso de los rumores de que Schumacher se encontraba en estado desesperado y afirmó que había “pequeños signos esperanzadores”, aunque insistió entonces en que hacía falta “ser pacientes” porque “se lesionó de forma muy grave”.