Remando contra la corriente, pescadores camaroneros difieren sobre la problemática por la cual atraviesa la pesca de altamar, pues mientras unos culpan directamente a Petróleos Mexicanos de ser el causante principal de la disminución de los niveles de producción del crustáceo, otros señalaron que los altos costos del diesel está llevando a la tumba al sector.
Luego de haber iniciado la temporada de camarón rosado en la Sonda de Campeche a principios de este mes, los hombres de mar empiezan a resentir los estragos de la falta de liquidez financiera en el sector, por lo que los armadores tienen problemas para adquirir el diesel marino.
La mayoría de los tripulantes camaroneros coincidieron en que la situación se torna muy difícil, pues actualmente las vedas se prolongan más y los resultados no han sido los esperados, aunado a factores como el incremento de los costos para avituallar los barcos de altura.
Consideraron que no es difícil evidenciar las condiciones dramáticas en las que se encuentran sumergidos los camaroneros de altamar.
César Alberto Pérez Pacheco, tripulante camaronero de Campeche que se dedica más de 25 años al oficio, aseveró que desde la década de los ochenta las temporadas de captura de camarón en la Sonda de Campeche han venido empeorando.
“En la Sonda de Campeche ya no hay buenas temporadas de captura y en parte se debe a la contaminación y la expansión de Pemex”, señaló.
“Donde actualmente hay instaladas muchas plataformas, antes eran zonas naturales de pesca, las cuales se han visto reducidas con la expansión de la paraestatal”, manifestó.
Por su parte, Javier Jesús Rebolledo, quien es patrón de barco, declaró que si hay producción, pero lo que falta ahora es liquidez de los armadores para sostener los viajes de las embarcaciones.
“Realmente hay pesca y lo que está afectando es el costo del diesel, pues el armador no tiene solidez financiera para adquirir mayor volúmenes del energético, pues antes nos hacíamos de 60 a 90 días por viaje y ahora apenas 30 días”, expuso.
Lo cierto es que actualmente, un patrón por viaje de 30 días, percibe ingresos de 10 a 15 mil pesos, motorista, en ese mismo período, de 8 a 12 mil pesos, así como el winchero y el resto de la tripulación, de 6 a 8 mil pesos.