El fiscal de la ciudad italiana de Nápoles, Francesco Greco, confirmó que abrió una indagación por presunta instigación al suicidio, luego que una mujer de 31 años se suicidó tras la difusión en internet de un video donde aparecía teniendo sexo.
En declaraciones a los medios, Greco dijo que también se investiga la posibilidad de que en el caso se haya incurrido en otros delitos, como violación de la privacidad y “stalking”.
La mujer, identificada como Tiziana, se suicidó en una casa en la provincia napolitana donde se había refugiado, después que el video sexual del que era protagonista se viralizó y que fue difundido sin su autorización en Internet.
La chica se había visto obligada a abandonar su pueblo natal, perdió su empleo y hasta había cambiado de identidad para tratar de escapar de la vorágine en la que quedó envuelta y que al final le costó la vida.