Con gesto adusto, lentes oscuros y cachucha que parecía protegerlo de los rayos solares, Omar Chiquini Cu, observaba el ingreso de los diputados al recinto oficial de sesiones, esperando el momento oportuno para mandar a tres de sus más cercanos “simpatizantes” a exigir la salida de la presidenta de la Mesa Directiva, Albina Hidalgo.
-¡Sin gritos! –ordenó.
-Sin gritos -respondieron sus seguidores, entre ellos Patricia Domínguez Morales, quien en la última visita que realizaron integrantes de la “Resistencia Civil” no dejaba de proferir improperios, palabras altisonantes y gritos desaforados, amenazando con ingresar al recinto oficial de sesiones junto con otros seguidores porque “somos pueblo”.
Rápidamente recorrieron el pequeño tramo y escaleras que los separaba del inmueble, para enfrentar al personal encargado de vigilar la entrada, a quien exigían le hablara a la presidenta de la mesa directiva.
No fue suficiente la presencia del Secretario General del Poder Legislativo, Ramón González Flores.
¡Somos pueblo!, ¡Que salga un momento! exigían mientras el tono y volumen de voz cambiaba.
Domínguez Morales no pudo evitarlo y con su voz con altos niveles de estridencia, pidió que saliera.
Una y otra vez les explicaron ya había iniciado la sesión, no podría salir, pero al concluir los trabajos de este día, los atendería de inmediato.
Amenazaron con entrar, pero desistieron de esta postura, al “explicarles” el por qué no hay acceso y que el mensaje o documento que querían entregar, llegaría a su destino.
Lentamente, descendieron la escalinata, para montar “guardia” en espera de que concluyeran los trabajos camerales, mientras su líder, Chiquini Cu, había abandonado el lugar.