Barack Obama, visitó por sorpresa la Ermita de la Caridad, en un gesto a los exiliados cubanos en Miami que frecuentan la iglesia, en medio del histórico acercamiento entre Washington y La Habana tras medio siglo de enemistad.
Dentro de una visita a Miami, Florida (sureste de Estados Unidos), para acudir al Centro Nacional de Huracanes, Obama hizo una breve parada no anunciada en el santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba.
Obama quiso “ofrecer sus respetos a la diáspora cubano-estadounidense que acude a rezar ahí”, indicó Bernadette Meehan, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad (NSC, en inglés) de la Casa Blanca.
Precisó que el mandatario quería rendir homenaje a los “sacrificios que han realizado los cubano-estadounidenses en búsqueda de la libertad y la oportunidad, así como sus extraordinarias contribuciones a nuestro país”.
Miami, situada a menos de 400 km de La Habana, es el tradicional enclave de la comunidad cubana en Estados Unidos, que ha recibido varias oleadas de inmigrantes de la isla de régimen comunista desde la revolución de 1959.
La visita de Obama al templo en Miami se prolongó por unos diez minutos, acompañado del padre de la parroquia, Juan Rumín Domínguez, quien le sirvió de guía.