Tamaulipas no ha podido descansar de la ola de violencia que azota a su Estado, debido a la disputa de los cárteles de la droga por las plazas de la región fronteriza de Tamaulipas que ya ha alcanzado a las ciudades de Reynosa y Río Bravo.
De acuerdo a los reportes el día de ayer se cumplieron ocho días de la escalada de violencia que inició el primero de febrero en los municipios de Matamoros y Villahermosa, que hasta el momento han cobrado la vida de 21 personas. La mayoría murieron en enfrentamientos con las autoridades.
El Grupo de Coordinación Tamaulipas informó que, cerca de la medianoche del domingo, civiles armados que viajaban en dos camionetas se enfrentaron contra soldados en la carretera Matamoros-Reynosa, a la altura del municipio Río Bravo.
Poco después de este enfrentamiento, el día de ayer, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Policía Federal fueron atacados por un grupo armado que viajaba en una camioneta por el ejido La Retama, municipio de Reynosa, en la salida a la carretera a San Fernando.
Los federales repelieron la agresión, abatieron a dos y detuvieron a uno. En el lugar se incautaron dos armas largas, un lanzagranadas, cartuchos útiles y cargadores.
Al mediodía, el gobierno municipal de Reynosa reportó también hechos violentos y emitió una alerta naranja tras un ataque de balazos contra agentes federales en el fraccionamiento Los Olivos. Hasta ese punto arribaron, por tierra y aire, más fuerzas policiacas.
El alcalde de Reynosa, desestimó las alertas de seguridad emitidas por Estados Unidos y dijo que no había tanta violencia como en otras ciudades.
La alcaldesa de Matamoros admitió la ola inmensa de violencia y ha pedido ayuda a la PGR y a la Secretaría de Gobernación.