De acuerdo con un estudio respaldado por el científico Edward Cooke, los pensamientos que algunos podrían calificar como “indecentes” favorecen a la memoria, ya que al estar vinculados con deseos y emociones son más fáciles de recordar.
Según el estudio, los pensamientos sexuales, violentos y groseros ayudan a recordar cualquier información de una manera más fácil. El especialista señala que cuando una persona relaciona ideas con situaciones específicas o sensaciones particulares logra recordarlas con mayor facilidad, lo cual favorece la memoria y la salud mental.
El trabajo agrega que el uso de esta técnica podría ampliarse a diversos aspectos de la vida, relacionando así lo que queremos recordar con situaciones o sensaciones especiales.
El trabajo, sin embargo, llama especialmente la atención por el primer ejemplo de los expertos, el cual habla de la memoria sexual del ser humano pues pese a que los sentimientos estén o no involucrados, cada persona es capaz de recordar cada uno de sus encuentros sexuales a detalle, o de las fantasías realizadas, por citar alguno.