Un ataque suicida registrado en la iglesia de Santa Rita en la ciudad de Kaduna, en Nigeria, dejó saldo de ocho personas muertas y más de 100 heridas.
Las personas se encontraban al interior del templo católico, participando en la misa dominical cuando arribó un jeep, cargado de explosivos.
El terrorista se acercó con su coche a la verja del templo, empero, fue detenido por los guardias de seguridad quienes le impidieron el paso, por lo que acto seguido, arrolló las puertas del recinto, detonando la bomba que transportaba en el vehículo.
Esta situación, ocasionó que jóvenes cristianos salieran a las calles de la ciudad, con cuchillos y palos a fin de atacar a los musulmanes, sin embargo, esto originó aún más violencia perdiendo la vida dos personas más.