Células de la organización Estado Islámico (EI) operan en la frontera de México con el estado de Texas, Estados Unidos. Uno de esos grupos actúa en el barrio Anapra, al oeste de Juárez, a unos ocho kilómetros de la frontera con Texas, a poca distancia de la ciudad de El Paso, según la entidad que citó fuentes del Ejército mexicano y de la Policía Federal (PF).
Otra de las zonas donde se ha detectado actividad de EI es Puerto Palomas, al oeste de Ciudad Juárez, con actividades orientadas a facilitar el acceso a localidades como Colón y Deming, en el estado de Nuevo México.
Durante un allanamiento practicado la semana pasada conjuntamente por el Ejército Mexicano y la Policía Federal se descubrieron documentos en árabe y urdu, éste último hablado en algunas zonas de Pakistán y La India., señaló la ONG en su sitio en línea.
En los papeles se revelan planes para realizar acciones contra el Fort Bliss, una de las principales bases militares estadounidenses de la frontera con México.
Judicial Watch, una ONG que tiene su sede en Washington, señala que en el allanamiento se localizaron alfombras de oración musulmanas que fueron confiscadas.
La zona de Anapra donde se han localizado las células del Estado Islámico son bastiones del Cártel de Juárez, del capo Vicente Carrillo Fuentes, y “La Línea”, el brazo armado de la organización, así como de “Barrio Azteca”, una pandilla formada por ex convictos de las cárceles de El Paso.
Se trata de “un entorno operativo extremadamente peligroso y hostil para el Ejército mexicano y las operaciones de la Policía Federal”, afirmó la ONG en su portal en Internet.
De acuerdo con esta organización, traficantes de personas que colaboran con el Cártel de Juárez también apoyan el movimiento de los terroristas de EI por el desierto y la frontera entre Santa Teresa y Sunland Park, Nuevo México, aprovechando que se trata de una frontera muy “porosa” con escasa vigilancia policial. Judicial Watch cita fuentes de inteligencia mexicana según las cuales los terroristas islámicos planean explotar los ferrocarriles y las instalaciones portuarias cerca de Santa Teresa.
El EI tendría vigilantes en las montañas al este de Potrillo, Nuevo México, para ayudar a sus actividades clandestinas.
En la mira de la organización estarían también las universidades de la zona, el campo de misiles del Ejército de más de 8.000 kilómetros cuadrados conocido como White Sands Missile Range, que abarca cinco condados del sur de Nuevo México, en Alamogordo y en una central eléctrica entre las localidades de Anapra y Chaparral.
Judicial Watch se autodefine en su sitio web como “una fundación educativa conservadora, no partidista, que promueve la transparencia, la responsabilidad y la integridad en el gobierno, la política y la ley” en Estados Unidos.
Desde hace mucho tiempo, las versiones de que grupos islámicos operan en territorio mexicano, concretamente en la frontera con Estados Unidos, han sido difundidas sobre todo por funcionarios del país vecino.
Sin embargo, la embajada de México en Estados Unidos afirmó que no existe “ningún indicio de la presencia de grupos o individuos extremistas islamistas en México”.