En el sureste de China hay graves afectaciones debido al tifón Soudelor, el más potente del año en el planeta, que el fin de semana también causó siete muertos, 400 heridos y cinco desaparecidos en la vecina Taiwán hasta el momento se informan que el saldo es de catorce personas fallecidas, cinco están desaparecidas y 671.000 han tenido que ser evacuadas de sus lugares de habirtación.
La zona más afectada por las lluvias torrenciales han sido los alrededores de la ciudad de Wenzhou, en la provincia costera suroriental de Zhejiang, donde un corrimiento de tierras causó doce muertos y cuatro desaparecidos en zonas rurales cercanas a la localidad.
Los otros dos decesos se registraron en la cercana localidad de Lishui, mientras que se calcula que el tifón ha afectado a más de dos millones y medio de personas en Zhejiang y las vecinas provincias de Fujian y Anhui, las que más han sufrido las consecuencias de este fenómeno meteorológico.
Más de 1.500 viviendas se han derrumbado en las tres provincias por inundaciones o corrimientos de tierra, que también han causado graves daños en 43.600 hectáreas de campos de cultivo y unas pérdidas que se valoran ya en más de 735 millones de dólares, según cifras provisionales.
En Fujian, provincia vecina a la isla de Taiwán, el Soudelor obligó al cierre de tres aeropuertos provinciales, lo que afectó a 530 vuelos y dejó en tierra a miles de viajeros.
Autoridades chinas iniciaron el dispositivo de emergencia de nivel 4 (el más bajo en la escala nacional), que implica el envío de ayuda económica y materiales de emergencia a las zonas más afectadas.
Sólo en Wenzhou se movilizaron 50.000 efectivos de equipos de rescate para atender a las poblaciones afectadas, mientras las autoridades mantienen los niveles de alerta por corrimientos de tierra e inundaciones.
Entre los fallecidos en la vecina isla de Taiwán durante el fin de semana hubo una niña de 8 años y su madre, que fueron arrastradas por el fuerte oleaje cuando jugaban en una playa de la zona de Yilan, en el este de la isla taiwanesa.
Los fuertes vientos y lluvias provocaron en la isla la caída de numerosos árboles, semáforos y postes eléctricos, hecho este último que dejó sin luz a alrededor de 3,27 millones de familias, el mayor número de afectados por este tipo de desastres meteorológicos en la historia de Taiwán.