El régimen de Kim Jong-Un se adelantó y rechazó cualquier intento de diálogo para tratar de convencerlo a realizar un acuerdo.
Nor Corea, consciente de que podrían ser el próximo objetivo de la política exterior de Estados Unidos, con una diplomacia envalentonada tras el acuerdo nuclear con Irán, se apresuró en aclarar que no están interesados en un diálogo de ese estilo.
“No es lógico comparar nuestra situación con el acuerdo nuclear iraní porque siempre estamos sometidos a las provocativas hostilidades militares de Estados Unidos, incluyendo ejercicios militares conjuntos y una amenaza nuclear grave”, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte en un comunicado difundido por medios de comunicación estatales.
El gobierno de Kim Jong-Un remarcó que el programa nuclear de Corea del Norte es “el instrumento esencial para proteger su soberanía y derechos fundamentales” frente a la “amenaza nuclear” de Estados Unidos.
Corea del Norte respondió así a los recientes comentarios de altos funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos, que instaron a Pyongyang a seguir el ejemplo de Irán y regresar a la mesa de negociaciones para abordar el desmantelamiento de su programa de armas atómicas.