El científico Timothy J. Henrich informó que dos enfermos con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en Boston (EE.UU.), tras recibir un trasplante de médula ósea, no muestran signos del virus en la sangre.
Lo anterior, fue señalado en el marco de la Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida que se celebra en Malasia.
El científico indicó que no se puede hablar de curación de los pacientes, hasta que no sean sometidos a más pruebas.
“Un seguimiento de al menos un año será necesario para entender el impacto total de un trasplante de médula ósea en el virus del Sida”, dijo el especialista.
Informó que estos pacientes padecían linfoma de Hodgkin y llevaban un largo periodo sometidos a un tratamiento antirretroviral.
Uno de los jóvenes recibió el trasplante hace cuatro años y medio, mientras que el otro lo recibió hace tres años.
Ambos continuaron con el tratamiento contra el sida, pero lo abandonaron quince y siete meses después, y pese a ello, el VIH se volvió indetectable.