De manera anual, el Tribunal Eclesiástico recibe un promedio de 300 solicitudes de disolución matrimoniales, mismas que deben de resolverse en el mismo periodo, aunque no siempre sean a favor de los solicitantes, aseguró el Ex Vicario Judicial de la Diócesis de Guadalajara, Antonio García Rangel tras señalar que no existe preferencias para personajes públicos o políticos.
Durante su arribo a Campeche como invitado especial de la Diócesis de Campeche para la toma de posesión del nuevo Obispo, García Rangel aseguró que el Tribunal estudia todas las causas matrimoniales de las parejas fracasadas que solicitan la disolución del vinculo matrimonial pero no todos pueden lograr este objetivo, porque muchas veces no existen fundamentos.
“No se desbarata un matrimonio, pero no todo lo une Dios y eso estudiamos, las causas matrimoniales no son como las causas civiles, en el eclesiástico tiene que analizarse muy en serio, de las solicitudes se resuelven entre el 70 al 80 por ciento, no siempre a favor de los que así lo piden”, dijo.
Señaló que es falso que a las personas con cargos públicos se les atiende con facilidad, sino que todos son iguales, “una precaución que tiene la Iglesia es esta que aquellos con cargos públicos, pues no comiencen su causa mientras estén en el poder y si son reyes se tiene que designar de manera especial por medio de la santa sede”.
“Siempre dicen que hay personas que se dejan sobornar en el tribunal eclesiástico pero nunca nos dan nombres y sólo se toman por rumores, nosotros necesitamos que sean pruebas para poder ejercer la justicia con fundamentos”.
Finalmente, dijo que para que algún campechano pueda solicitar la disolución matrimonial tiene que realizar los trámites ante el Tribunal Eclesiástico de Mérida, Yucatán, sin embargo, no existe ninguna garantía de que puedan lograr un resultado a favor porque tiene que haber estudio de causa.