La organización AgroBio México se anotó una victoria en su batalla legal para poder cultivar maíz genéticamente modificado: un juez dio luz verde a las siembras de ese cereal con carácter experimental y piloto, aunque no para comercialización.
Se levantó una suspensión al otorgamiento de permisos para siembras experimentales y en programa piloto de maíz transgénico, de acuerdo con una sentencia resuelta el lunes pasado.
“Este tribunal estima que en este momento es viable que las autoridades competentes queden en condiciones de otorgar permisos para liberaciones experimentales”, según la sentencia del magistrado Benjamín Soto Sánchez, del segundo tribunal unitario en materia civil y administrativa del primer circuito.
La autoridad descartó que los cultivos experimentales de maíz transgénico generen riesgos para el cereal nativo en caso de un contacto entre ambos.
“En dichas liberaciones existen medidas de contención que limitan el contacto del OGM (maíz transgénico) con la población y el medio ambiente”, se consignó en el documento.
Respecto a los cultivos piloto, la autoridad indicó que tampoco representan riesgos para la diversidad biológica si se adoptan medidas de contención; es decir, barreras físicas, o una combinación con barreras físicas o biológicas.