Sorpresa e indignación causó entre los campechanos saber que los diputados locales recibirán más de 67 mil pesos como aguinaldo, pues consideran no lo merecen porque “no desquitan lo que ganan”, y sólo en las sesiones es que se le vuelve a ver.
En encuesta que realizó Campeche.com.mx entre ciudadanos de esta ciudad, hombres y mujeres, la respuesta prácticamente fue la misma: es una burla para quienes ganan poco y para quienes perciben un salario mínimo diariamente por una jornada de ocho horas o más.
William Rosado Tun, Noemí del Carmen Arroyo, Lilia Cu Hau, Matilde Cu López, Inés del Carmen Collí Pool, así como Lázaro Tun Huicab y Rita Baeza Moreno, coincidieron en señalar que hay una gran diferencia entre lo que reciben los diputados locales por concepto de aguinaldo comparado con lo que recibe un trabajador y más aún con pequeños comerciantes o vendedores de dulces y frutas, así como taxistas.
-¡Que me pasen la mitad! –fue el comentario de Lilia Cu y Matilde Cu, vendedoras de frutas en el primer cuadro de la ciudad, quienes indicaron que comienzan desde las ocho de la mañana y no terminan sino hasta las 3, 4 de la tarde y deben soportar las inclemencias del tiempo, sin contar con servicio médico institucional, pago de vacaciones o aguinaldo.
-¡Es mucho, es una mentada de menta!, agregaron mientras sonreían al conocer el monto de más de 67 mil pesos que recibirán en unos días más los representantes populares locales.
Todos coincidieron en que hay una diferencia abismal y se quejaron por la ausencia física de los diputados en sus colonias, y que sólo durante las sesiones del Congreso del Estado es que pueden verles la cara, porque no regresan a sus Distritos y citaron como ejemplo, al diputado priísta Miguel Ángel García Escalante, del II Distrito.
Por su parte, William Rosado Tun, taxista, apuntó es excesivo ese pago para quienes tiene un salario de más de 40 mil pesos.
-Es mucho para lo que hacen –manifestó-. Sólo van a levantar la mano y todavía les pagan por eso. A nosotros si no trabajamos, no hay dinero para la familia, no tenemos aguinaldo, ni seguro social. Las diferencias son muchas entre lo que ganan ellos al mes y lo que recibimos nosotros en una jornada de sol a sol, como muchos taxistas hacen para cubrir sus necesidades,
-“Está de la ching…!” exclamó Lázaro Tun Huicab, pequeño comerciante y su esposa Rita Baeza Moreno, quienes tienen su pequeño establecimiento en el primer cuadro de la ciudad, que indicaron atienden junto con sus hijos.
-Nosotros no recibimos nada. Lo que buenamente vendamos en diciembre, es lo que tendremos para festejar. Con nosotros no hay aguinaldos, la familia atiende el negocito… solo así se puede –indicó.
-Es una burla, pero así es el Sistema que nos gobierna –señaló su esposa-. Deberían bajarles el salario porque no lo desquitan –concluyeron.