La Iglesia Católica no está en contra de la unión de parejas homosexuales sino en el uso del término “Matrimonio”, aseguran padres católicos, y señalan que la modificación al código civil de la entidad transgrede a las familias y principalmente a los niños y niñas que deben crecer en un ambiente donde exista padre y madre.
Durante la rueda de prensa en el Seminario Menor “San Felipe de Jesús”, el padre Gerardo Casillas González director de la institución y José Armando Rosado Cel, expusieron que el matrimonio no es cualquier tipo de asociación entre dos personas que se quieren, sino que sólo puede establecerse entre hombre y mujer.
“No se puede privar a los niños el derecho de tener padre y madre, y de tener una referencia masculina y femenina en sus años de crecimiento y desarrollo emocional. No son los padres los que tienen derecho a un hijo, son los hijos que tiene derecho natural a un padre y una madre”, expresó Casillas González.
Los religiosos precisaron que no se oponen a que dos personas adultas del mismo sexo deseen vivir juntas, sin embargo debe hacerlo a través de otro tipo de contratos o leyes de convivencia.
No debemos llamar matrimonio a lo que no lo es, que se les busque otro nombre, debido a que el nombre de “Matrimonio” ya está patentado desde hace siglos, acotó.
También indicaron que ante esta reforma ya aprobada en el Estado por los legisladores locales, han presentado firmas que revoquen esta ley.
“Se recabaron firmas y se llevaron al congreso para solicitar ese apoyo, se dice que fueron cinco mil”, aseguró Casillas González.
Por su parte Rosado Cel argumentó que no solo son católicos las personas inconformes, sino también hay representantes de la sociedad civil e iglesias protestantes.
“No se trata de discriminar a nadie, la persona tiene una dignidad que hay que defenderla a como dé lugar, para nada se está yendo en contra de nadie. Lo importante es como se va a llamar a estas uniones, si eso quieren se respeta, es una cuestión de libertades”, concluyó.