La oposición venezolana logró una contundente victoria en las elecciones legislativas de ayer, al obtener al menos 99 curules contra 46 del oficialismo, de un total de 167 diputados, y aún falta por dirimir 22 escaños.
La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, anunció que esos resultados, que dan la mayoría simple en la Asamblea Nacional a la oposición, son “irreversibles”, tras contabilizado 96.03% de las mesas electorales.
Con su triunfo, la oposición logró arrebatar la mayoría de los escaños al chavismo por primera vez en 17 años y obtuvo el poder para tratar de contener el creciente control del Ejecutivo sobre la vida nacional.
Fuegos artificiales estallaron en algunas zonas del país. En Chacao, este de Caracas, bastión de la oposición, sonaron cacerolas de júbilo.
El jefe de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, dijo que la contundente victoria de la oposición representa el inicio de un “cambio” político en este país altamente polarizado.
La victoria de la oposición, esperada por analistas ante el descontento por la recesión económica, supone un punto de inflexión que abriría un nuevo balance de fuerzas.
Y es que desde que Maduro asumió como Presidente en abril de 2013, la crisis de la economía venezolana se acentuó con el derrumbe de los precios del crudo, fuente de 90 por ciento de sus divisas.
La recesión ha golpeado la popularidad del mandatario, llevando al gobernante chavismo a uno de sus peores momentos.