El Presidente de los Estados Unidos se encontraba en medio de un discurso en Chicago en referencia a temas migratorios cuando de pronto jóvenes interrumpieron para exigir que las deportaciones pararan, el mandatario que primero los escuchó, finalmente les pidió silencio para poder continuar.
Primero se escuchó la voz de una persona reclamar por las deportaciones y enseguida otras personas más también levantaron la voz hasta corear frases como “¡Ni uno más, ni una deportación más”, y antes de que la situación se saliera de control, con cierta seriedad Obama les pidió ser escuchado.
“Esperen. No sólo griten. Los he escuchado. Ahora, he sido respetuoso, así es que déjenme hablar, nadie los va a sacar, ya los escuché, pero también me tienen que escuchar a mí. Y entiendo que pueden estar en desacuerdo, pero tenemos que tener la posibilidad de hablar honestamente de estos temas”.
“Están en lo correcto, que ha habido muchas deportaciones, eso es verdad, pero lo que no están poniendo atención es el hecho de que acabo de tomar acción para cambiar la ley”.
Así vivió Obama este bochornoso momento, mientras insistió al Congreso aprobar la reforma migratoria: