Para la iglesia evangélica la violencia que sufren las mujeres en sus hogares es reflejo del vacío espiritual del hombre y es que en los últimos años la población se ha alejado más de las religiones y no hay creencia que ponga límites a sus vidas, reveló el presidente de la Comunidad Evangélica de Campeche, Alfonso Durán Moo.
Explicó que cuando el ser humano se aleja de Dios sale a relucir su naturaleza pecaminosa que lo ha llevado al orgullo, a la venganza, que lo ha convertido en un tirano sin importarle a quien afecte a su paso, incluida la mujer que haya elegido para que lo acompañe toda la vida.
“Ante los ojos de Dios, tanto la mujer como el hombre son iguales, por lo cual es erróneo el término de empoderamiento en cualquiera de sus variantes, la mujer es igual al hombre, no hay más”.
La interpretación de que Dios es hombre, no debe ser una causal de empoderamiento masculino, sostuvo, y aclaró que Dios es un misterio, no es hombre ni mujer, es un ser divino, no debatible dentro de la mentalidad humana.