Cinco vuelos con origen o llegada a Estados Unidos recibieron amenazas de bomba, las cuales no fueron consideradas creíbles por las autoridades.
Los vuelos afectados pertenecían a las compañías US Arways, Delta, United, la mexicana de bajo costo Volaris y la coreana Korean Air, de acuerdo con las fuentes.
A la vez que se informaba de esas amenazas, la Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés) mantuvo suspendidos todos los vuelos de la compañía United durante algo más de media hora y atribuyó la interrupción temporal a “cuestiones de automatización”.
Durante las últimas dos semanas más de una docena de vuelos, en su mayoría procedentes de otros países y cuyo destino era EE.UU., han recibido falsas amenazas.
El director interino de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, en inglés), Melvin Carraway, fue apartado del cargo a raíz de una investigación interna que reveló fallos de seguridad en varios de los aeropuertos más concurridos del país estadounidense.
Investigadores encubiertos se hicieron pasar por pasajeros y, en 67 de un total de 70 pruebas realizadas, lograron pasar explosivos falsos y armas prohibidas por los puestos de control custodiados por agentes de la TSA.